lunes, 15 de febrero de 2010

DAVID, REY DE LA PROMESA

1ª Crónicas 11: 1-9

DAVID LLEGA A SER REY DE ISRAEL

El rey que gobernaba al pueblo de Israel era levantado por Dios mismo. Saúl había sido levantado por Dios, pero cayó en desobediencia. A pesar de ello, trató de permanecer en el trono, pero como consecuencia de su pecado cayó y el trono fue entregado al rey David. Todo Israel sabía que David era levantado por Dios, pues Él le había prometido:“Tú apacentaras a mi pueblo y tú serás príncipe sobre Israel mi pueblo” (v. 2)Con esa seguridad, todo Israel se unió a David en Hebrón. Todos los ancianos hicieron pacto con David delante de Dios, y lo ungieron como rey de Israel, no por du fama ni poder, si no como cumplimiento de la promesa de Dios.
Con toda seguridad DIOS SIEMPRE CUMPLE SU PALABRA

SIN DIOS NO HAY VICTORIAS


1ª Crónicas 10: 1-14


En este capítulo nos maneja dos puntos muy importantes que son:

• La muerte de Saúl y de sus hijosEs imposible granar una guerra sin Dios.

Cuando el Rey Saúl se enfrentó a los filisteos, no tenía estrategias de parte de Dios, ni seguridad de la Victoria. Los israelitas perdieron la batalla y muchos murieron y huyeron, porque Dios no peleó delante de ellos. Los tres hijos de Saúl también fueron muertos. Al verse perseguido por los flecheros filisteos, Saúl, herido decide quitarse la vida echándose sobre su espada. Tras perder a su líder, los israelitas huyeron dejando sus ciudades, y los filisteos vinieron y habitaron en ellas. Una batalla sin Dios es una batalla perdida con muchas angustias y frustraciones. En toda situación, LA PRESENCIA DE DIOS es el SECRETO de la VICTORIA. Todo trabajo o plan que se ejecute sin Dios, está destinado al fracaso.

• La causa del fracaso de SaúlDios juzga incluso a Su pueblo.

El rey saul no fue derrotado y muerto porque los soldados filisteos hayan sido más fuertes, sino porque él pecó contra Dios, desobedeciendo a Aquél que lo había levantado como rey. En vez de guardar la palabra de Dios, prefirió buscar y consultar a una adivina (1ª Samuel 28). La consecuencia final fue su cabeza y sus armas fueron exhibidas en el templo de los dioses filisteos como trofeo de guerra. Al desobedecer la palabra de Dios, Saúl demostró que no era digno de ser rey de Israel. Dios fue quien lo había puesto como rey, y después de haberlo juzgado le entrego el reino a David y lo coronó rey de Israel. Dios es quien pone a cada uno en el lugar donde se encuentra. Si nos olvidamos y apartamos de Él siendo desobedientes, recibiremos su juicio y castigo. Con humildad, busquemos siempre Su PRESENCIA en TODA situación.
Ahora la pregunta sería ¿He sido alguna vez disciplinado por Dios por haber desobedecido su palabra?, ¿Consulto a Dios y busco su dirección siempre?

Oración: Padre que busquemos siempre en ti en todas las decisiones que tomemos ya sean grandes o pequeñas, que siempre hagamos conforme a TU VOLUNTAD y no la nuestra, se tu nuestra guía y perdónanos si alguna vez hemos hecho algo no alineado a tu voluntad. Amén